Estos diez artículos que se recogen en este volumen especial, son el resultado de la realización del “1º Workshop: Investigación para el Desarrollo Rural” que tuvo lugar en la Escuela Politécnica Superior de Lugo de la Universidad de Santiago de Compostela, el 1 de marzo de 2012. El Programa de Doctorado “Ingeniería para el Desarrollo Rural” que ha sido distinguido con Mención hacia la Excelencia 2011-2014 por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, aglutina líneas de investigación enmarcadas en 4 áreas de conocimiento: ingeniería agroforestal, ingeniería cartográfica, geodésica y fotogrametría, ingeniería hidráulica y proyectos de ingeniería.
Estas aportaciones de algunos de los estudiantes inscritos en el Programa, con distinto grado de desarrollo en sus investigaciones y que van a culminar en una tesis doctoral, proporcionan una visión de la amplitud y variedad de los grupos de investigación pertenecientes al Departamento de Ingeniería Agroforestal. Estos grupos reciben las siguientes denominaciones: Construcción Sostenible, Diseño de Productos y Procesos, Energía y Mecanización Agroforestal, Gestión Forestal Sostenible, Ingeniería de Costas y del Agua, Modelización Forestal e Industrias Forestales, Proyectos y Planificación, Territorio y Biodiversidad, USCAN3D Documentación.
Los resultados alcanzados en estos últimos años, avalan que el programa de doctorado dispone de recursos humanos y materiales suficientes para dar lugar a un número de tesis doctorales de adecuada calidad. En estos cinco últimos años se han leído 18 que se han difundido a través de artículos y ponencias en congresos. Que la USC se sitúe en 6º lugar en el ranking de todas las universidades españolas en el campo de las ciencias agrarias seguro que se debe principalmente a nuestra significativa participación. El crecimiento de la producción científica en nuestro departamento ha sido notable al igual a lo ocurrido en toda la universidad española. La tarea pendiente que se presenta como un reto, es poner en valor, para su reconocimiento y gratificación, la transferencia de ese conocimiento. La investigación precisa de la necesaria financiación pública, pero a medio o largo plazo está demostrado que recuperan esa inversión. Con porcentajes del orden de 1,3 del gasto total en I+D en relación al PIB que existen en España, resulta extremadamente difícil alcanzar objetivos ambiciosos.
Pero también otros de los aspectos que están sin resolverse en las universidades de forma adecuada y que siguen siendo objeto de debate, son la no consolidación de la carrera investigadora, el reconocimiento de la investigación y de la transferencia, así como la dedicación a estas actividades por parte del profesorado. Alrededor del 15% de los doctores que tiene empleo trabajan en la empresa privada, más del 40% en las universidades y el 35% en la administración pública, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística. Se trata de una tarea pendiente que el mundo empresarial valore y por tanto favorezca la integración de los doctores fuera de la universidad.
Las universidades contribuimos a la innovación porque investigamos, aportamos a los doctores capacidades y competencias necesarias para la innovación pero un tercer aspecto decisivo y que no hemos desarrollado satisfactoriamente, sobre todo en España, son los vínculos para canalizar el conocimiento hacia las empresas. Es necesario que con el doctorado los investigadores adquieran una buena competencia en capacidades transversales como el espíritu innovador y emprendedor y las habilidades comunicativas, que deberían permitirles incorporarse a cualquier puesto de trabajo en el que se requiera una capacidad crítica, un planteamiento sistemático de los problemas y cómo resolverlos.
En el doctorado se adquieren o se deben adquirir competencias tales como: el dominio de las habilidades y métodos de investigación, la capacidad de poner en práctica investigación con seriedad académica, la capacidad de realizar un análisis crítico, la evaluación y síntesis de ideas nuevas, el fomento del avance tecnológico dentro de una sociedad basada en el conocimiento y proporcionar una alta capacitación profesional en ámbitos donde se requiera creatividad e innovación. Los Programas de Doctorado de calidad deben ser priorizados en la financiación porque de ese modo se incrementará la transferencia de las universidades y por añadidura mejorará la función docente y consecuentemente contribuirán a fortalecer la imagen de las universidades.
Finalmente quiero agradecer a la Asociación Gallega de Investigadores para el Desarrollo Rural (AGAIDERU) hacer posible la difusión de estos trabajos y animarla a seguir colaborando con la extensión y organización de actividades científicas y tecnológicas.